Diez años después del lanzamiento del debut folclórico de la ruptura seminal Para Emma, ​​para siempre , La reinvención sónica de Justin Vernon ha ganado nuevos fanáticos al tiempo que mantiene su culto de seguidores. De hecho, anoche (4 de marzo) fue la séptima de una residencia de Bon Iver de ocho noches agotada en el Hammersmith Apollo.



Después de un deslumbrante e inquietante set del apoyo de esta noche, Phoebe Bridgers, Vernon fue finalmente acompañado en el escenario por una banda de diez integrantes, incluidos dos bateristas y una sección de trompetas de cinco integrantes.



Vea los últimos titulares con MTV News aquí:






nueva edición apuesta premios rendimiento 2009

fecha de lanzamiento del nuevo álbum de montana francesa

Con cada baterista colocado sobre la banda en plataformas elevadas, fue un recordatorio visual instantáneo de la prominencia de la percusión en auge en 2016. 22, un millón . Ese recordatorio cobró vida rápidamente a través de interludios contundentes en las primeras versiones de '10 dEAThbREasT ',' 666 ʇ 'y '33 God'. El último de los cuales concluyó con un colapso de cierre enormemente poderoso.



Crédito: Stuart Leech

Repetidamente a la deriva entre el material más nuevo codificado por voz y su folk melancólico acústico de larga data, Vernon una vez más exhibió su reconocida versatilidad vocal; tan poderoso como delicado o suave. Ya sean los solos vocales de 'Blindsided' o las poderosas inflexiones de gran efecto en '715 - CREEKS', esos momentos se multiplicaron cuando el set llegó a su clímax.

Con otras noches haciendo una pausa durante un intervalo de más de 20 minutos, la actuación de anoche se benefició claramente de un impulso ininterrumpido. Cerrando con 'Holocene', '22 (Over Soon) 'y un bis de' The Wolves (Act I and II) ', la participación de la audiencia alcanzó su punto máximo en lo que fue un cierre emocional y comunitario del set.



el más nuevo r & b hip hop

Crédito: Stuart Leech

Una década después de su desgarrador debut de aislamiento autoimpuesto, la incansable creatividad de Vernon ha forzado su rápida evolución. Pero aunque su sonido se ha transformado de íntimo a expansivo, de lúgubre a experimental, la emoción cruda en el centro de su maestría musical permanece tan brillantemente presente como siempre.

Por Joe Horsman